Por Juan Pablo Morales Farfán
Hijo de la piedra….. Indudablemente son las piedras tacitas, uno de los principales vestigios de los primeros asentamientos humanos en el Valle de Puangue. Su importancia radica en primer lugar porque forma parte de nuestra identidad cultural debida que está directamente ligada a nuestra toponimia:
Curacaví: Su definición se entiende como el lugar donde existía una junta o reunión de indios para beber o emborracharse.
Junta de la Piedra (Cuyuncahuin): Se define como Junta de la arena, dividiéndose la semántica asignándoles varias acepciones.
Las piedras tacitas son características de la zona central del país, están consideradas monumentos nacionales de carácter arqueológico, consisten en un bloque de rocas a las que se le han horadado varias cavidades en forma de plato o tacitas. La razones por las cuales fueron hechas es un misterio, la opinión de los arqueólogos actuales es que se trata de un mortero comunitario, aunque otros autores señalan que pertenecería a otras culturas y fueron reutilizadas. Sin embargo es necesario rescatarlas, preservarlas y ponerlas en valor histórico. Sobre todo investigar para contar con mayores antecedentes al respecto.
Acerca de su uso, Don Tomas Guerra (folclore araucano 1911) señala: “en aquellas piedras se efectuaban sacrificios; inmolaban animales o al menos vertían chicha en los depósitos”. Se les creía habitadas por espíritus, los indios practicaban danzas entorno a ellas para conseguir beneficios y seguramente que ahí se realizaban ceremonias.
En Curacaví, según el diccionario de sitios arqueológicos de Chile Central Rubén Stehberg “en la margen izquierda del Estero Puangue, en los valles municipales y en el lado derecho del Valle del Puangue a unos 10 km. de las casas de la Hacienda Curacaví, en lo Ovalle se han encontrado piedras tacitas con nueve y tres cavidades respectivamente algunas comunicadas entre sí por canales”.
La piedra ancestral y ceremonial se encuentra en nuestro escudo de armas como señal de perpetuidad histórica, acción cultural realizada por el Municipio años atrás, sin embargo no hay y/o no he encontrado antecedentes del autor de dicho diseño a través del tiempo.
Destacan grupos culturales, artísticos y ambientales que se han inspirado en el concepto reunión junto a la piedra entre otros “Piedra del Festín”. Actividad generada por artistas, poetas y músicos que en los primeros años constituyó un potente colectivo cultural.
Por cierto, que la realización del wentripantu (año nuevo mapuche), que tiene como símbolo la piedra tacita, ayuda a rescatar y poner valor a este símbolo. En todo caso piedras tacitas encontramos en varios sectores del Valle de Puangue como son: Las Rosas, Fundo el Talhuén, Santa Luisa, Baracaldo y algunas catastradas, profesor Vicente Curaqueo y don Gerardo romero.
“Curacaví, Curacaví cura y cahuín
La tierra antequiles, chumavo y catalangua
Junto a la piedra están cantando,
Junto a la piedra están bailando,
Junto a la piedra están llorando,
Porque a su pueblo lo fueron matando.