Por Juan Pablo Morales Farfán

Todos tenemos en nuestros recuerdos uno que atesoramos y guardamos por siempre como el más hermoso que ha dejado profundas huellas sobre todo si ya no están en forma física aquellos que amamos tanto y que tanto nos amaron pero como están en nuestra alma Siempre Viven. Esas navidades hogareñas, una rama de pino natural conseguido con un vecino y /o había que ir a comprar frente a la plaza (no faltaba el que traían de la costa) en aquellos años los regalos para los niños eran de madera y para los niñas era típico las muñecas, los regalos generalmente los recibíamos las mañana del 25 de diciembre. Me contaron que antiguamente se dejaban los zapatos en la ventana para que el Viejito Pascuero dejara los regalos.

Por aquellos años el pan de pascua y cola de mono con agua ardiente se hacía en casa y duraba hasta el año nuevo o tal vez se le compraba a la vecina.

El rito de conmemoración del nacimiento del niño Jesús principal, era la Misa del Gallo, la que se celebraba la Nochebuena el día 24 y la madrugada del 25, ceremonia que mantiene esta tradición

En el Hotel Inglés (actual municipio) se encendía una gran estrella de gran altura que se apagaba después del año nuevo. Actualmente, se mantiene el Pesebre de tamaño natural e iluminado hasta pasada la fecha de Reyes.

La Navidad nunca muere y el niño Jesús nace en nuestros corazones. Reciban la luz del pesebre y

Feliz Navidad!, Feliz Navidad! Para todos y un próspero Año Nuevo.