Por Luis Sagüés Garay
Un gobierno administrando para los “monos peludos” que busca satisfacer las demandas de estos personajes. Es la lapidaria opinión, aunque muy poco afortunada por su condición de presidenta de un partido (PPD), que apoya a este gobierno, de Natalia Piergentili, quien se refiere a la inmadura condición de este mandatario. Que sólo se ocupa de agradar a una minoría, que lo apoya, descuidando a la inmensa mayoría del pueblo chileno, que ya ha demostrado en los dos últimos referéndums, que desaprueba ampliamente su gestión.
Los monos, - con el adjetivo ahora de peludos- son aquellos grupos de jóvenes, especialmente de universitarios, que apoyan todas las consignas de la extrema izquierda, sin analizar críticamente lo que estas representan. Es propio de muchachos irresponsables, que aún no tiene ninguna experiencia real en la vida, son comúnmente sostenidos por sus padres y con una serie de beneficios estatales, con los cuales estudian lentamente, hasta sacar una profesión. Pero que no han hecho ningún esfuerzo por sobrevivir en la realidad.
La inmensa mayoría de los sufragantes hoy, son personas que hace ya algún tiempo, están aportando con su trabajo y tributos al crecimiento de nuestro país. Ahora esta condición de tributantes, se acentúa cuando el voto es obligatorio. A la gran mayoría de los chilenos no les interesa la política, aún más cuando está tan desprestigiad. Pero si hay que obligatoriamente expresar su opinión -basados solo en su experiencia - lo hacen por aquellas corrientes más conservadoras, que les prometen al menos, mantener el bienestar logrado con su tesonero esfuerzo. Y este bienestar comprenden, se ha generado con un modelo económico que premia el esfuerzo, el talento y el mérito. Alguien que posee estas características, todas, o al menos una de ellas, han tenido un notable progreso, que por supuesto no quieren perder. Es la economía de libre emprendimiento, que otorga oportunidades a todos los que estén dispuestos a sacrificarse para prosperar.
Los monos ahora “peludos” en cambio, viven una quimera idílica, no necesitan hacer ningún sacrificio porque sus padres, familiares y el estado, financia sus sueños.
Difícil desafío porque los” monos peludos” fueron su principal aliado para ser presidente de la Republica.