Por Luis Sagüés Garay

Un doce de febrero de 1541, don Pedro de Valdivia funda la ciudad de Santiago, junto a un grupo de conquistadores, que serían luego asignatarios de los solares que se delimitaron por el alarife don Pedro de Gamboa. Este primer ingeniero en Chile, se ciñó estrictamente a las ordenanzas o leyes de indias, enviadas por del Emperador Carlos V, a Don Pedro de Valdivia. En ellas se detallan cuidadosamente las dimensiones que debían tener las mazanas, 138 varas (115.368 m), y doce varas (10.036m) las calles. Esta moderna urbanización, contrastaba claramente, con las ciudades europeas, en muchas de las cuales las estrechas calles, impedían la circulación de un pequeño carruaje y además facilitaban la propagación de plagas y enfermedades. Haciendo muy difícil el control de incendios.

 Además, se diseñaron acequias que condujeran el agua.

 

Un doce de febrero de 1817, se produce la primera batalla, del Ejercito de Los Andes, en las faldas y llano de Chacabuco. En esta ocasión don Bernardo O´Higgins, que comandaba la segunda división, se enfrenta personalmente, con las fuerzas invasoras y después de un intenso intercambio de fusilería por parte del Ejercito patriota y artillería de los realistas, estos últimos retroceden en desbande, logrando los chilenos, un categórico y decisivo triunfo por la independencia.

Una aurora para Chile y un personal éxito, para don Bernardo, que, con esto, compensaba su terrible derrota en Rancagua. Y habría la esperanza de definir categóricamente la libertad de nuestro suelo.

Chacabuco y Maipo, son los hitos históricos, que sellan la independencia de Chile y alumbran con gran optimismo, la independencia de América.

Un doce de febrero de 1818, en Talca se proclama, se firma y se jura, por parte del director Supremo don Bernardo O´Higgins, la Declaración de Independencia de Chile, oficializando este magno acontecimiento. Y difundido a todas partes del planeta.