Por Víctor Méndez
En pandemia, que fueron laaargos tress años tuvimos que buscar como pasar el tiempo encerrados en casa. Una de mis entretenciones fue youtube. Fueron largas horas viendo recitales entonces me refugié en la música y ahora en mi enfermedad. Igual y debo decir que afloró en mi un sentimiento desconocido la “envidia”, envidié la voz y las prodigiosas manos para el piano y la guitarra de Riccardo Cocciante y Luciano Pereira, y me revelé contra Dios porque a mí no me dio ninguna gracia, me hubiera gustado tener la gracia de cantar ante miles de personas y sentirme ovacionado al final y miles gritando mi nombre, bueno, soy algo egocentrista, y ver a Luciano bajo la lluvia cotejando a una hermosa mujer y en la próxima escena ya tenerla bajo las sábanas es para sentir envidia, claro, hay que tener esas manos, esa voz y algo más creo, para llenar un estadio en Argentina o en cualquier país, envidia, envidia y más envidia, lo reconozco, si ustedes no se dan este gustito con la música que les gusta, se pierden un gran placer y mientras escribo Luciano canta “Enséñame a vivir sin ti” dos copas de licor y sábanas nuevamente con Paty Cantú. ¡Dios, dame dedos para el piano o hazme cantar boníto!.
VMN