El pasado martes, 9.700 estudiantes de tres comunas de la provincia de Melipilla fueron los principales afectados por un incendio que afectó a la localidad de Santa Filomena y que consumió alrededor de 850 hectáreas, según afirmó el delegado presidencial provincial de Melipilla, Bastián Alarcón.

Ante esta situación, el delegado se reunió con el director provincial de Educación, Pablo Carrizo, para analizar conjuntamente las medidas de protección para los estudiantes que se vieron afectados por el humo del siniestro, el cual había abarcar gran parte de la comuna de María Pinto, Bollenar en Melipilla y la comuna de Curacaví. Durante la reunión, el delegado y el director provincial conversaron con los alcaldes, quienes son los sostenedores de los colegios municipalizados, y en muchos establecimientos educacionales se decidió no realizar clases por la salud de los alumnos debido a los problemas respiratorios que provocaba el humo.

Bastián Alarcón explicó que el incendio mantenía la alerta amarilla en María Pinto, aunque aclaró que “no había viviendas, faena agrícola, ni infraestructura crítica comprometida”. No obstante, se contaba con siete brigadas de Conaf en combate, tres aviones cisternas y un helicóptero, además de una veintena de recursos de Bomberos tanto de la provincia de Melipilla como de Isla de Maipo. El delegado destacó que la salud de los vecinos fue lo más afectado, convirtiéndose en la principal preocupación de las autoridades.

Por su parte, Pablo Carrizo indicó que “se suspendieron las clases totalmente en la comuna de María Pinto y en Curacaví, los establecimientos municipales; algunos particulares subvencionados y un privado tenían clases suspendidas, mientras que en Melipilla, el Liceo de Bollenar también suspendió las clases”.

El director provincial informó que un total de 9.700 estudiantes se encontraban sin clases. Se estaba en coordinación estrecha con los alcaldes, directores de Daem y Seguridad para hacer seguimiento respecto a las indicaciones relacionadas con la emergencia, asegurar la alimentación en los establecimientos y, a medida que pasara la emergencia, e informar del regreso a clases.