¡Una maravilla! la última elección es una muestra manifiesta, de madurez cívica del pueblo chileno

Por Luis Sagüés Garay

Que magnífica expresión de cordura cívica, la que ha demostrado ya en dos oportunidades el pueblo chileno. Es difícil entender que habiendo este gobierno concitado el apoyo mayoritario en su elección, al cabo de muy pocos meses haya producido con sus dichos y sus acciones, tal grado de decepción y rechazo en el pueblo nuestro.

Era lógico esperar que una propuesta de jóvenes, inspirada en ideales de justicia social - que ha fracasado en todas partes del mundo – tuviera una adhesión mayoritaria. Por qué no darle la oportunidad. Ese es el argumento que explica que este gobierno, de muchachos inmaduros sin conocimiento y menos experiencia, haya tenido el gran apoyo de la ciudadanía. A poco correr del tiempo, se han desvanecido todas las ilusiones y la dura realidad, hace volver a la cordura a los ciudadanos y en forma contundente, en las dos últimas consultas han dicho categóricamente, no va más. No podemos exponernos a perderlo todo, con un gobierno inepto, inmaduro, sin ninguna experiencia y pensando en idealismos ya muy conocidos como causantes de los mayores fracasos de la historia.

Los resultados son elocuentes, la mayoría no quiere una nueva Constitución, pero si quiere, mejorar sustancialmente la que existe, porque piensa que los tiempos han cambiado y se necesita hacer adecuaciones a las nuevas realidades. Todo lo que tenemos, se lo debemos a la Carta Fundamental, originada en el Gobierno Militar y que ha dado a Chile los años más prósperos de su historia. No se justifica entonces, refundar todo. Sólo mejorar lo que se ha conseguido, con tanto esfuerzo, y proponer cambios que consoliden nuestros valores fundamentales: el conocimiento, la libertad, el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, la familia, célula madre de la sociedad, la libertad de conciencia , la nacionalidad, el orden, respaldando firmemente a las instituciones que tienen que velar por él, tanto en el ámbito interno como externo, el mérito, el derecho de los padres de educar a sus hijos, una justicia que proteja a la víctima y castigue al delincuente, el derecho de propiedad. Todo esto se ve amenazado por las ideas “progresistas” que enarbola este gobierno y explica, la enorme votación con que la ciudadanía respalda contundentemente, a los candidatos más conservadores de estos valores, Republicanos.

Sin duda estos resultados son una manifestación libre y espontánea de la voluntad ciudadana, y los conductores políticos del país, tendrán -si son verdaderamente demócratas- que saber respetar y orientar sus conductas, hacia lo que tan explícitamente la inmensa mayoría de los chilenos quiere.