El 10 de diciembre del año 1948, en París, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, con representantes de todo el mundo, fue proclamada la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS. En ella, se establece, por primera vez, los derechos humanos fundamentales, que deben protegerse en el mundo entero. En su Artículo 3 declara que “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”; En el Artículo 5, establece que “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”. En virtud del Derecho internacional, es el Estado el que asume la responsabilidad de “garantizar y respetar” los derechos humanos. Entonces, cabe preguntarse ¿Por qué el Estado de Chile (no me refiero al gobierno de turno), no ha sido capaz de ser garante de estos Derechos?
Es más, 11 años después, el 20 de noviembre de 1959, se aprueba por la Asamblea General de Las Naciones Unidas la DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO, que en un párrafo de su Principio VI declara: “La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia.”
Las estadísticas mundiales nos muestran aberrantes cifras de niños asesinados en guerras (Siria, millones), niños muertos en accidentes de tránsito (Chile, miles), niños muertos de hambre (África, millones), niños reclutados para la guerra (Colombia o Medio Oriente, miles); en fin, ejemplos hay muchos.
Pero lo que más me choca, por la cercanía, porque son nuestros niños, y porque se supone que están en un lugar donde deben ser cuidados por un ente destinado a garantizar sus derechos, para luego re insertarlos en la sociedad, los niños del SENAME. 1.313 niños y contando. Entonces, cabe preguntarse ¿Por qué el Estado de Chile (no me refiero al gobierno de turno), no ha sido capaz de ser garante de estos Derechos? VERGÜENZA NACIONAL.