Por Luis Sagüés Garay

Se ha callado una hermosa voz, que hizo suspirar a tantas generaciones, un verdadero trovador del canto chileno de raíz folclórica, el gluten del cuarteto de huasos más exitoso y longevo de América.

Durante más d 80 años, han deleitado los Huasos Quincheros a un fervoroso público que los ovacionó reiteradamente y los siguió por todo el Orbe escuchándolos y admirándolos, igual que a los públicos que deleitaron.

Benjamín Mackenna fue quien lideró este prestigioso conjunto, durante los últimos 60 años. 

Él ingresó a este, cuando aún era un estudiante secundario, y fue perfeccionándose hasta lograr un afiatamiento a tres y cuatro voces, que, con su clase vocal, impuso una impronta al grupo. 

Grandes giras por el extranjero los hicieron famosos, y con ellos nuestras inconfundibles canciones. 

Una de las más recordadas, fue su presentación en la URSS, donde permanecieron 2 meses, ante un público que, a pesar de la distancia del idioma, aplaudía a rabiar a este conjunto chileno.

También las giras los llevaron a Alemania, donde fueron ovacionados en distintas presentaciones. Hay una anécdota que, contada por el propio Benjamín, relata las vicisitudes que pasaron cuando un grupo de violentistas políticos, los atacó en el hotel en que se hospedaban, haciéndolos huir por los tejados, para salvar su integridad y poder seguir cumpliendo con el nutrido número de exitosas actuaciones. 

 Tuvimos el privilegio en el Valle del Puangue, de escucharlos durante el festival de la canción en María Pinto en el año 1994, donde interpretaron anticipadamente “El corralero” de Sergio Sauvalle, otro de los integrantes de estos trovadores campesinos, que hace poco tiempo también nos ha dejado. Esta pieza musical, ganó ese mismo año el festival de la canción folklórica en la Quinta Vergara.

También estuvieron amenizando y deleitándonos en Curacaví en la fiesta de la Chicha, donde la gente les brindo al igual que en todas partes, un nacional reconocimiento.   

Un verdadero peón de la belleza y armonía de las tonadas fue Benjamín, con las que cosechó grandes éxitos.

Mackenna dedicó su vida a lo que a él lo motivaba, el canto criollo de raíz folclórica, y el mensaje romántico de los numerosos boleros, que hicieron muy populares al cuarteto, y que hoy perdurará como un referente para las futuras generaciones.