En medio del frente de mal tiempo que afectó a Curacaví, el aumento del caudal del Estero Puangue puso a prueba el valor y la solidaridad de sus habitantes. Entre ellos, Diego Mardones, junto a su amigo Héctor Oyaneder, se convirtió en un verdadero héroe al realizar audaces rescates a caballo durante la noche del viernes 21 de junio recién pasados.
El incidente comenzó alrededor de las 20 horas, cuando el agua del estero comenzó a inundar la zona de Campo Lindo. Alertado por su abuela, Diego no dudó en actuar. “Ya habíamos conversado con mi abuela y le había dicho que si algo sucedía y había gente aislada por el agua, me llamaran. Yo podría ir a caballo, ya que conozco bien el río”, relató Diego.
Al recibir el llamado de su abuela, Diego y Héctor se prepararon rápidamente y se dirigieron al lugar. "Cuando llegamos aún no había llegado nadie. Lo primero que hicimos fue sacar unos caballos a los que les estaba llegando el agua", recordó Diego. Luego, se dirigieron a una casa donde una familia entera estaba atrapada por la creciente.
El rescate fue desafiante. "Pasamos el brazo del río y había mucha agua; el camino era el río. Nos tiramos y el agua llegó a la guata de los caballos, casi a la montura. Pero seguimos hasta llegar a la casa. Las señoras estaban desesperadas, no sabían qué hacer, cómo salir. El agua les estaba llegando a las rodillas y a la cintura", describió Mardones.
Con determinación y valentía, Diego y Héctor comenzaron el rescate. Primero una señora mayor, luego un abuelo, una niña con su perro, varios gatos y un conejo. La misión no terminó allí. Un bombero solicitó su ayuda para evacuar a otra familia antes de que el agua llegara. "Montamos al caballero en el caballo y lo sacamos. Esta evacuación fue preventiva, pero necesaria", destacó Diego.
Solidaridad y Colaboración Comunitaria
La situación en Campo Lindo fue extrema, pero también demostró la gran capacidad de respuesta y colaboración de la comunidad. Vecinos, organizaciones y autoridades locales unieron fuerzas para ayudar a los afectados por la crecida del Estero Puangue. La labor de los rescatistas, como Diego y Héctor, junto con la rápida respuesta de los bomberos y la cooperación de los vecinos, fue fundamental para garantizar la seguridad y el bienestar de los residentes.
Recuperación y Esperanza
Aunque los efectos del mal tiempo han sido devastadores, la comunidad de Curacaví sigue mostrando su resiliencia. Con la ayuda y apoyo continuo de las autoridades y la solidaridad de los vecinos, se espera que pronto se puedan recuperarse todos los afectados por esta emergencia.
La valentía y el espíritu de servicio de Diego Mardones han dejado una huella indeleble en Curacaví, recordándonos que en tiempos de crisis, el coraje y la solidaridad son la mejor respuesta.
Este reportaje rinde homenaje a la labor de Diego Mardones, Héctor Oyaneder, y todos aquellos que participaron en los rescates, destacando la importancia de la colaboración y el heroísmo en momentos difíciles.