El agua es uno de los componentes más abundantes de nuestro cuerpo, representando entre un 50 a un 70% de este, para mantener un estado de hidratación adecuado debe aportarse diariamente agua en la dieta, además del que proviene de algunos alimentos y bebidas. La cantidad de agua que necesitamos varía en cada persona y depende de diversos factores como la edad, sexo, temperatura, metabolismo, estado de salud, volumen corporal, alimentación, actividad física, medicación y otros. Su cantidad se regula en el cuerpo mediante mecanismos que modifican la excreción (orina, sudor, respiración) y estimulan su consumo, generando la sed.
Fisiológicamente es muy necesaria para la sobrevida humana, esencial para las funciones celulares ayudando en la regulación de la presión arterial (previniendo de enfermedades coronarias), se relaciona su consumo a una disminución en la ingesta energética, esto nos ayudaría a la mantención de un estado nutricional saludable, aportando además en el control de la glicemia.
Por otra parte, interviene en las funciones cerebrales como la cognición, mantención de la memoria a corto plazo, capacidad de atención, funciones ejecutivas y de coordinación.
Con respecto a la actividad física, si durante ella se llega a la deshidratación, aumenta el esfuerzo cardiovascular y termorregulador, lo que disminuye el rendimiento físico, generando mareos o letargia; por ello es importante mantenerse bien hidratado antes, durante y después del entrenamiento.
Por último, es esencial para un adecuado funcionamiento del riñón y las vías urinarias, incluida la prevención de las infecciones del tracto urinario. La escasa ingesta de líquidos reduce el volumen de orina y aumenta su osmolalidad, duplicando el riesgo de formación de cálculos. Para ver si estás bien hidratado, el color de tu orina debe ser amarillo claro, tu piel debe verse turgente (no seca), la conjuntiva de tus ojos deben estar rosadas al igual que la mucosa oral.
En la siguiente tabla se encuentra la recomendación de consumo de agua por el Instituto de Medicina de Estados Unidos y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria:
Bajo temperaturas ambientales extremas o realización de ejercicio físico, la necesidad de agua se ve aumentada
Recomendaciones:
- Porta una botella de agua y bébela
- Acompaña tus comidas de un vaso de agua o infusiones de hierbas
- Saboriza tu agua con hierbas naturales, cáscara de limón, naranja o berries
- No contabilices el té o café como agua, aleja su consumo al menos 1 hora de tus comidas
¡Motívate y Cuida tu salud bebiendo agua!
Javiera Yañez
Nutricionista