1. Mantén limpias las áreas alrededor de tu hogar y lugar de trabajo: Elimina la basura y los desechos, y mantén el césped corto para reducir los lugares de refugio de los roedores.

 

  1. Almacena los alimentos y basura de manera segura: Utiliza recipientes herméticos para almacenar alimentos y asegúrate de que los contenedores de basura estén bien cerrados.

 

  1. Sella las entradas a tu hogar: Inspecciona y sella cualquier abertura o grieta en ventanas, puertas y paredes que puedan servir de acceso a los roedores.

 

  1. Limpia regularmente tu hogar: Mantén una buena higiene en tu hogar, limpiando y desinfectando las áreas regularmente para evitar la acumulación de excrementos de roedores.

 

  1. Evita el contacto directo con roedores: No toques ni manipules roedores vivos o muertos, excrementos, nidos o cualquier objeto contaminado por sus fluidos corporales.

 

  1. Utiliza protección personal: Si necesitas manipular áreas potencialmente infestadas por roedores, asegúrate de usar guantes, mascarilla y ropa protectora, especialmente cuando limpies o remuevas excrementos.

 

  1. Ventila adecuadamente las áreas cerradas: Evita la acumulación de polvo en áreas cerradas, especialmente en espacios que podrían haber sido ocupados por roedores.

 

  1. Controla la población de roedores: Si tienes una infestación de roedores, ponte en contacto con profesionales calificados para realizar un control adecuado de plagas y minimizar el riesgo de exposición al virus.

 

Recuerda que es importante mantenerse informado acerca del virus hanta y las medidas preventivas recomendadas por las autoridades de salud.