Por Luis Sagüés Garay

El 12 de octubre de 1492. Durante mucho tiempo, se celebró el día de la raza, porque se considera esta fecha como un hito importante y trascendente en nuestra historia. Hoy casi olvidada y muchas veces atacada, por quienes, con una marcada visión ideológica, reprueban esta empresa. 

La llegada de Colón a América incluyó además de un tremendo avance cultural, una unión por el mestizaje de varias etnias, que vinieron a establecerse a estas tierras, muy poco habitadas hasta ese momento. El sueño de Valdivia en Chile, era formar una nueva raza con la unión de españoles que lo acompañaban y los aborígenes nativos de acá.

¿Fue ventajosa esta combinación?  Por cierto, que sí.

Los híbridos tienen un vigor siempre mayor que las razas que los han formado. Y esto se vio reflejado, en el aporte inmediato que hicieron los mestizos a esta empresa colonizadora.

 La formación de nuevas naciones amestizadas en américa, permitieron el desarrollo incuestionable de nativos, que estando en etapas de evolución muy primitiva, lograron en pocos siglos un progreso de país europeo en muchos aspectos.

El origen de esta obra, es sin duda muy novedoso, respecto a otras experiencias parecidas.

Los reyes españoles Isabel l de Castilla, La Católica, y Fernando ll de Aragón, no buscaban otro derrotero para comercializar los productos del oriente. Ellos trataban -en forma muy reservada- encontrar un espacio en el planeta, donde huir con su religión y cultura judea occidental, de la inevitable invasión musulmana a La Europa. El Califato de Córdoba gobernado por la dinastía omeya, había ocupado y dominado 2/3 partes de la península Ibérica y aunque en el siglo XVI este califato ya no existía, los distintos reinos musulmanes en que se dividió, (taifas) eran gobernados, por reyes islámicos. Esta religión parecía incontenible y España y la cristiandad, estaba condenada a desaparecer. Colón ofreció a los monarcas españoles, la oportunidad -muy remota, por cierto - de cumplir su anhelo. Esta es la razón fundamental de por qué, los aborígenes americanos fueron especialmente recomendados por los reyes, para dárseles un trato de súbditos de ellos, y convertirlos rápidamente al cristianismo, por los sacerdotes que acompañaban a los conquistadores. Luego, investidos de los mismos derechos, de cualquier español peninsular. Este trato tan diferente al que recibieron otros pueblos originarios en américa, llevaba explícito el no ser esclavizados. A pesar, de ser esta práctica comercial absolutamente legal en el resto del globo. Por esto es que la colonización hispánica de américa fue tan popular entre los aborígenes. Y el cristianismo penetró voluntaria y libremente entre los habitantes de estas remotas tierras. Hasta el día de hoy.

Nuevamente la amenaza musulmana se cierne sobre el mundo libre europeo y la inmigración multitudinaria de estos árabes islámicos a Europa se hace cada vez más crítica.

¿Habrá hoy dos líderes mundiales, que, pensando igual a los reyes católicos, Isabel y Fernando, se empeñen en salvar al cristianismo de esta nueva amenaza musulmana?