La concesión de la Ruta 68 se ha convertido en un tema de gran controversia para nuestra comuna, marcado por la ausencia de diálogo y decisiones que parecen ir en detrimento del bienestar local. Pese a las reuniones iniciales con vecinos para discutir el proyecto, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) ha cesado en su esfuerzo por involucrar a la comunidad, llevando a una licitación en junio que contempla medidas preocupantes.

 

Entre las acciones propuestas se encuentran: la ampliación de la ruta hacia el sector urbano, la disminución de conexiones viales con caleteras y, especialmente polémica, la instalación de pórticos de cobro. De igual forma, no se cumplió con el compromiso de no contemplar extracción de Áridos de la comuna. Dichas medidas han generado inquietud y molestia entre los residentes y autoridades locales.

 

El Alcalde Juan Pablo Barros compartió su preocupación respecto a cómo el ministerio ha obviado acuerdos previos e impuesto condiciones sin consulta, subrayando la posición adoptada por el municipio de Curacaví. A pesar de la oposición de algunos concejales (Moncada y Sepúlveda) y la ausencia de otros (Araos) en la votación, se acordó presentar un oficio a la Ministra para expresar el descontento y la preocupación general. Además, el Consejo de la Sociedad Civil ha tomado medidas similares, buscando presentar un frente unido ante una situación que consideran injusta.

 

Iniciativas como la redacción y difusión de una carta abierta a los vecinos buscan consolidar esta unidad, invitando a la comunidad a sumar su voz en protesta contra las decisiones que afectan a todos. La insistencia en dejar de lado diferencias para enfocarse en el bien común refleja la gravedad de la situación y la necesidad de una acción coordinada.

 

Desafortunadamente, los esfuerzos por dialogar con la Ministra directamente han sido infructuosos, mostrando una falta de interés y compromiso con nuestra comuna. La comparación con el trato dado a otras comunas, que se han visto favorecidas por decisiones ministeriales, solo agrega a la percepción de un manejo parcial, poco equitativo y con diferencia partidista, de las políticas públicas.

 

La invitación a los vecinos para firmar y apoyar la carta en circulación es un llamado a la acción y a la solidaridad. Frente a la adversidad, se busca forjar una comunidad resiliente y vocal, dispuesta a defender sus derechos y su calidad de vida ante las imposiciones que consideran injustas.

 

En este momento crítico, la unión y la voz colectiva de la comuna son fundamentales para hacer frente a los desafíos impuestos por la nueva concesión de la Ruta 68, marcando un precedente en la lucha por la justicia y el respeto en el diálogo entre la ciudadanía y el gobierno. La esperanza es que, mediante la presión conjunta y el diálogo, se puedan revertir o modificar las decisiones que hoy amenazan la integridad y el bienestar de la comuna.