Por Luis Sagüés Garay

Hoy se puede ver en Colchagua el museo El Huique, enclavado en la Hacienda del mismo nombre, perteneciente a la Familia Errazuriz. Esta hacienda fue expropiada por la CORA en los años 60 y posteriormente entregada en propiedad, como parcelas en los años 80, a los trabajadores que formaron parte de la numerosa dotación que laboró durante muchos años en esta importante unidad productiva. Sus legítimos herederos, dueños de este inmenso predio - que incluyó una superficie de más de 7000 Há. después de su expropiación- donaron al Ejército de Chile las 40 Há de reserva y las casas de esta Hacienda. Cuya construcción comenzó esta familia, en los años 50 del siglo XlX. Y su destino final fue, la implementación del museo.

Esta donación abarcó parte del actual mobiliario que pertenecía a los habitantes de ella.
Dos presidentes de la República de Chile, don Federico Errázuriz Zañartu y don Federico Errazuriz Echaurren, hijo del anterior y padre de doña Elena Errazuriz Echenique, última propietaria y administradora de esta herencia. Estos mandatarios la habitaron, y sesionaron en ella con sus ministros.

Recorrer este museo, actualmente muy bien cuidado por sus actuales propietarios, es un tránsito por el pasado del campo chileno, escenario de los años 60, del siglo XX.
Hay en él, un alajamiento cuidadoso, en cuya labor participaron los propios iniciales dueños, quienes fueron recomendando e incluso donando enseres y muebles, que sirvieron a sus habitantes, cuando este era albergue de sus abuelos, los presidentes ya mencionados.

Hay que reconocer un patriótico y generoso desprendimiento de parte de esta familia. Quién, sin duda, fueron motivados, por entregar a las nuevas generaciones, un testimonio histórico de la contribución que sus antepasados, hicieron al desarrollo del país en que nacieron.

Que tremenda diferencia y contraste, con la actitud ya conocida. Otra familia de presidente, que, a la inversa, quieren obtener - vendiendo al Estado - un pingue y desmedido ingreso, por un inmueble desde todo punto de vista, de valor absolutamente sin comparación al descrito en los párrafos superiores.
Que cada cual saque sus propias conclusiones.